En el Cesar se relata una leyenda llamada “La leyenda de la Ceibita” que habla del duelo musical que sostuvo Pedro Nolasco Martínez contra el mismísimo diablo.
Según cuenta la leyenda Pedro Nolasco Martínez, quien fuese un famoso acordeonero pasero, y padre del gran Samuelito Martínez, sostuvo un duelo a manera de piquería con el diablo; esta leyenda es relatada de la siguiente manera por el medico Carlos Horacio González en su libro los últimos juglares.
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Al finalizar en “El Paso” la fiesta anual de San Marcos, el patrono del pueblo, se dice que Pedro Nolasco salió en su burro con su inseparable acordeón, la tarde de 26 de abril hacia La Ceibita y, como de costumbre, animaba su camino con música, cuando de repente esos mismos cantos interpretados con singular destreza por parte del diablo poblaron todo el ambiente con su mágico sonido, iniciándose una lucha en la que iban y venían canciones sin que ninguno se diera por vencido.
Pasaron así la tarde, la noche y las primeras horas de un nuevo día. Ante tan misericordiosa situación, Pedro Nolasco interpretó un credo y un padre nuestro y la música de su fantástico adversario se tornó débil y lejana, diluyéndose hasta su extinción.
Fatigado física y mentalmente, perdió el conocimiento, luego sería levantado del camino permaneciendo durante cerca de tres días inconsciente. A partir de este hecho se inició el final de su carrera sin par como acordeonero, pues fue perdiendo destreza hasta que le fue imposible volver a interpretar su música, lo cual le genera gran angustia y pesar.
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Esta leyenda nos recuerda a la leyenda de Francisco el hombre en la cual también se sostiene un duelo a manera de piquería contra el diablo, estos enfrentamientos son muy populares dentro de la tradición oral de la cultura vallenata.
