La leyenda del Basilisco colombiano o el güío o buío relata la historia de una serpiente gigante que aparecía en los caminos hacia los llanos del Casanare y devorada a las personas.
Según cuenta la leyenda en las épocas de la colonia por los caminos que llevaban de Sogamoso hacia los llanos de Casanare se aparecía una gran culebra conocida como el güío, buío o bujio, esta gran serpiente que media alrededor de 8 metros de largo por 1 metro de diámetro se escondía en los parajes solitarios y en los bosques cercanos al camino para atacar a sus presas.
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Se dice que esta criatura era muy lenta y que una de sus grandes habilidades era exhalar un vaho pestilente con el cual paralizaba y atraía a sus víctimas ya fueran animales grandes o personas.
Esta criatura no tenía dientes ni colmillos y debido a su gran tamaño y lentitud le era imposible picar o enrollar a sus víctimas es por eso que su aliento paralizante era su arma más poderosa.
Origen de la leyenda del Basilisco colombiano
La leyenda del güío o basilisco sin patas bien puede estar basada en algunos hechos reales ya que güío o buío es uno de los nombres por los cuales se le conoce a la Boa constrictor y es bien sabido que estas serpientes pueden llegar a medir entre 4 y 5 metros.
En la obra de 1741 del misionero Joseph Gumilla describe al güío de la siguiente forma: “de las culebras venenosas de aquellos países y sus remedios prácticos”. “El primer horrible serpentón… es el buío al que llaman los indios jirará aviofa… su largo suele llegar a ocho varas… por hallarse con gran frecuencia… en las lagunas y ríos, donde de ordinario vive…” con todo, el que sabe el alcance largo del pestilente vaho de su boca, pone en fuga su mayor seguridad… un vaho tan ponzoñoso, y eficaz, que detiene, atonta y vuelve inmóvil al animal que infirió…”.
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Gran parte de estas afirmaciones son falsas ya que se basaban en testimonios de campesinos que solían entremezclar la realidad con la mitología y su propia imaginación, pero es bien posible que el basilisco colombiano hubiese podido ser una boa constrictor que rondaba la zona en aquella época.
Cabe anotar que el basilisco es una criatura mitológica procedente de la cultura griega, con el pasar de los siglos esta leyenda o mito fue esparciéndose por otros países de Europa los cuales la adoptaron e incluso modificaron la apariencia de la original, la cual era descrita como una serpiente de gran tamaño que mataba con su mirada, luego la leyenda muto y esta criatura paso a ser una serpiente pequeña con una marca blanca en la cabeza por ello era llamado rey de las serpientes; después en otros países comenzó a describírsele como un gallo con cuerpo de sapo y cola de serpiente; en muchas otras versiones les dan otras características.
De hecho en la naturaleza si existe un animal denominado como “basilisco común” y es un lagarto de américa central.
Otras Versiones de la leyenda del Basilisco colombiano
Además de la leyenda del Guio gigante existe en Colombia la leyenda del Pollo malo o Pollo maligno el cual es también en algunas ocasiones considerado como parte de la mitología de los basiliscos.
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¿Qué apariencia tiene el basilisco colombiano?
El Basilisco Colombiano era descrito como una serpiente de 8 mt de largo por 1 mt de diámetro, no poseía dientes, era muy lento y expedía un vaho o aliento fétido que paralizaba a sus víctimas.
¿Dónde aparece el basilisco colombiano?
Aparecía desde Sogamoso en los caminos hacia los llanos del Casanare.
¿Cómo protegerse del Guio (basilisco colombiano)?
A parte de tener cuidado y estar vigilante ante cualquier aparición no existe un método sobre cómo protegerse de la criatura, cabe anotar que esta criatura salía durante la época colonial por lo que si alguna vez existió bien ya pudo haber muerto.
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