La leyenda del tuhuayo (chotacabras o bujío) y la luna, es un relato que proviene de los pueblos indígenas uitoto que se ubican en los países de Perú y Colombia.
Según la leyenda durante las noches en donde la luna se deja ver con total claridad una particular ave se suele posar sobre las ramas y con gran furor empieza a cantar “¡Tuhuayo! ¡Tuhuayo!”.
Esta particular ave es el tuhuayo o chotacabras como particularmente se le conoce en muchos países, esta ave canta ese particular sonido a la luna porque intenta desesperadamente llamar su atención, ya que la luna es su padre.
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Se dice que mucho tiempo atras vivía una anciana con su joven ahijada, durante las noches la anciana empezó a notar como por la ventana de su vivienda se colaba una fuerte y brillante luz hacia el cuarto de la ahijada, ante la curiosidad la anciana vigilo el cuarto y vio como la luz se transformaba en un apuesto joven.
Con la intención de averiguar quién era el joven la anciana tomo un fruto de su jardín que suele dejar un mancha negra si se unta en la piel, se escondió hasta que apareció el joven y se lo unto en el rostro antes que desapareciese, al día siguiente busco por todo el pueblo a la persona con la cara manchada de negro ya que creía que se trataba de un joven que con el uso de magia se colaba en la habitación, pero no pudo encontrarlo.
Cuando llego la noche tanto la anciana como todo el pueblo quedaron asombrados de ver como sobre la luna empezaron a aparecer manchas oscuras, entonces comprendió que aquel apuesto joven era la luna.
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Es por ello que el chotacabras (tuhuayo) el cual habría nacido de la relación de la luna y la ahijada de la anciana le canta fervorosamente “¡soy tu fruto!” “¡soy tu fruto!” que es lo que “tuhuayo” significa en el lenguaje de las comunidades indígenas uitoto o Witotos (quechuas) y también es por ello que a partir de entonces la luna tiene manchas oscuras sobre sí misma.
Origen de la leyenda del tuhuayo y la Luna
La leyenda tiene su origen en la comunidad indígena uitoto, el escritor peruano Francisco Izquierdo trae a la literatura esta leyenda en forma de cuento en el libro “Cuentos del tío Doroteo de 1950”. La leyenda busca explicar el origen de las manchas en la luna y el canto particular del chotacabras dentro de la comunidad de los uitotos.
El nombre científico de la especie americana del tuhuayo es Nyctidromus albicollis de la familia Caprimulgidae; entre los nombres por los que se le suele conocer a esta ave están: atajacaminos, tapacaminos, pauraque, gallinaciega, guardacaminos, entre otros según el país o región donde se encuentre.
Otras versiones de la leyenda del chotacabras
Cabe destacar que existen varias especies de chotacabras (tuhuayo) y debido a sus particularidades tan misteriosas en diferentes partes del mundo le han surgido leyendas y mitos.
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El mismo nombre de “chotacabras” surge de una leyenda europea en la cual se dice que el chotacabras europeo suele mamar de las ubres de las cabras durante las noches, especialmente en las noches de luna llena.
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